Reclamación amistosa tras un accidente de trabajo

Tal y como habrá leído en otros artículos de esta web, las denuncias y demandas tras un accidente laboral terminan enrocándose por parte de la mala praxis de las empresas y también por la connivencia de las mismas con las mutuas para despedirle sin miramientos. Pero, ¿sería posible llegar a un acuerdo con la empresa sin tener que llegar a estos extremos?

Lo primero, lo que la empresa llama “reclamación amistosa” es la consecuencia de otra irregularidad. En muchas ocasiones el seguro que contratan es el mínimo por lo que saben que van a tener que pagar una cantidad enorme de dinero para pagarle su indemnización. En la mayoría de los casos nos encontramos con que tampoco se han incluido accidentes de gravedad en la póliza lo que podría cerrar la empresa casi con total seguridad.

Por lo tanto, viendo el problema que se les avecina-nunca olvide que su problema no les importa lo más mínimo-optan por hacer una oferta al trabajador que, por ignorancia, podría terminar aceptando. Usted tiene toda la libertad de hacerlo pero tenga en cuenta lo siguiente:

-La oferta que le hagan estará calculada según el baremo de 2016. Por ejemplo, la empresa sabe que le tiene que pagar mil euros. Le recuerda que su abogado se llevará doscientos euros de esta cantidad. De forma amistosa le ofrecen setecientos que, curiosamente, es justo el treinta por ciento, o incluso el cincuenta, menos que conlleva el no haberles denunciado. Encima se ahorrarán dinero siendo lobos con piel de cordero.

-Recuerde que si tiene alguna lesión o secuela permanente y no denuncia la empresa, que le despedirá de forma fulminante en cuanto acepte el cheque, no va a dudar a la hora de mentir sobre lo sucedido en el caso de que opte por denunciar dentro del plazo legal al mismo tiempo que negocia con la empresa. Es decir, el culpable terminará siendo, aunque no lo crea, usted ya que no van a ser tan dementes como para reconocer la ausencia total de medidas de seguridad en su empresa.

-Como es lógico, las ofertas le llegarán cuando haya pasado un año desde que haya recibido el alta médica. La idea es que acepte el dinero que le den y que no tenga ya la oportunidad de poder denunciarles. Resumiendo: buscan su total indefensión para contentarle con una limosna.

Consejos

Parece evidente que el empresario quiera defender sus derechos pero no a costa de pisotear los suyos. Si usted ha tenido un accidente por falta de medios de seguridad no hay amistad que valga. El intentar seducir con cifras rimbombantes o el garantizarle todo tipo de beneficios no dejan de ser trucos para salirse con la suya y evitar que les cierren el chiringuito. Así de sencillo.

¿Qué le aconsejamos? Denunciar siempre. Sus “amigos” son los mismos que no le han dado ni un triste casco para evitar que tenga un accidente. Olvídese de las promesas de que le respetarán su puesto de trabajo y similares. Es todo totalmente falso, de no creerlo entre en internet y encontrará cientos de ejemplos que confirman nuestra teoría.

La mejor opción es llamar a un abogado lo antes posible y que sea él el que contacte directamente con la empresa. No olvide nunca que, salvo excepciones, su accidente podría haberse evitado por lo que los responsables deben de pagar por ello aunque sea solo por proteger al resto de compañeros que siguen trabajando en su otrora empresa.

Apueste por la frialdad legal, por escritos expeditivos y por no contestar al teléfono jamás de los empresarios a los que su vida jamás les importó. Deje los partes amistosos para los accidentes leves de tráfico y haga uso de la ley que protege a los trabajadores para conseguir cobrar la indemnización que le corresponde y que sus otrora jefes intentan negarle para evitar tener que pagar una multa millonaria y quedar en evidencia ante la opinión pública y ante los medios de comunicación.

Además, si no fueron capaces de contratar un seguro que cubriera todo tipo de incidencias, ¿Por qué van a convertirse de pronto en buenas personas para pagarle una indemnización? Medite al respecto y luego actúe en consecuencia.