A la hora de calcular la indemnización que le corresponde cobrar tras un accidente laboral hay que tener en cuenta que, desde 2016, existe un baremo oficial que estipula la horquilla de cantidades a abonar por cada lesión. Con anterioridad a esta fecha se usaba el mismo baremo que para los accidentes de tráfico pero, teniendo en cuenta cada situación, parece más humano el estipular unas cantidades más generosas si se trata de un accidente provocado, como suele suceder, por la falta de medidas de seguridad o bien por la propia negligencia de la empresa.
Pero la existencia de este nuevo baremo no significa que el anterior haya caído en desuso, como tampoco lo han hecho los procedimientos habituales para estipular una cantidad. Es más, a las cantidades que estipula este baremo, que es orientativo y no incluye otras circunstancias relacionadas con el accidente, se le añaden las consecuencias de los siguientes supuestos:
-Días de hospitalización y secuelas. El cómputo de los días se complementa con el análisis de las secuelas, físicas y psíquicas, que padecerá esa persona. Médicos y psiquiatras han de emitir el informe correspondiente para conocer el alcance total del accidente.
-Días no impeditivos. Se usa este término cuando las personas han sufrido un accidente pero las consecuencias no les impiden trabajar. Se trata generalmente de accidentes leves que no conllevan mayor problema.
-Incapacitación permanente. Aunque esta pensión es gestionada por la Seguridad Social, si el accidente da como resultado una invalidez la cuantía de las indemnizaciones, procedentes de la empresa y de la compañía de seguros de la misma, sube.
-Daños psicológicos. Dependiendo de las circunstancias personales de cada trabajador, un accidente puede ser definitivo a nivel mental por lo que un psiquiatra tendrá que evaluar lo sucedido y emitir un informe más completo al respecto. Igualmente, cada persona puede tener consecuencias distintas dependiendo de su profesión, su actividad, sus circunstancias personales y demás circunstancias.
-Perjuicios de imagen y económicos. Dependiendo de la lesión (amputación, paraplejia…etc.) esa persona puede quedar dañada para siempre. Lo mismo sucede si se trata de un trabajador autónomo que ha tenido un accidente y se ha visto obligado a dejar de trabajar con la consiguiente ausencia de ingresos. En cada caso se redactará una reclamación distinta para solicitar la indemnización correspondiente.
El nuevo baremo se divide en tres apartados. El encargado de estipular la indemnización por deceso, el que se centra en las secuelas físicas y el que abona una cantidad por las lesiones no permanentes. En caso de accidente in itinere, el que se produce treinta minutos antes/después de entrar/salir en/del puesto de trabajo, se combina el baremo de accidentes de tráfico con el de accidentes laborales.
Como comprenderá, reunir esta documentación, reclamar los informes pertinentes a todos los implicados, exigirle a la empresa y a su aseguradora que abone lo que marca este baremo y situaciones similares no se pueden gestionar de forma individual y personal. Contar con el apoyo de un abogado es fundamental para poder acudir con un apoyo legal más que necesario para poder acudir al juzgado de lo social y conseguir su objetivo de ser indemnizado.
Recuerde que los baremos son públicos y que siempre podrá consultar la cantidad aproximada que cobrará tras su accidente. Ahora bien, esto no significa que no deba contar con un profesional que le represente legalmente ante su empresa. De esta forma también evitará recibir las clásicas ofertas a la baja que le harán para evitar llegar al juzgado.
Es más, en un alto porcentaje de ocasiones le recordarán que su abogado cobrará un porcentaje de la indemnización- es lógico, para ello ha trabajado- y que podrá ahorrarse esa cantidad si acepta su “irresistible oferta”. En su mano está aceptar o no pero si todos los trabajadores hiciéramos lo mismo ¿Cuándo terminará la pesadilla de los accidentes laborales?
El vil metal puede cegarle antes de lo previsto. Le aconsejamos que apueste por la legalidad y que no se trague el cebo que intentarán colocarle en el anzuelo de su ambición. Seguro que así lograremos antes que las empresas cumplan la normativa legal y que los que van a trabajar diariamente para ganarse la vida honradamente no tengan más accidentes laborales de inciertas, y en ocasiones funestas, consecuencias.