Abogados especializados en accidentes de trabajo

El sector de los accidentes de trabajo es uno de los que genera un mayor movimiento en el mundo del derecho. Lamentablemente, los trabajadores se siguen jugando la vida cada vez que se suben a un andamio o a una máquina. Los empresarios parecen no tener claro que su capital no es el que tienen en el banco sino el que les permite seguir generando ingresos. Con este panorama parece lógico que los accidentes laborales sean un motivo de inquietud y desesperación para los empresarios más alejados de la legalidad que comprenden, a la perfección, que una indemnización y una multa puede terminar en unos meses con su empresa.

Se da la circunstancia de que, en demasiadas ocasiones, los empresarios se pasan el año de plazo desde que recibe el alta hospitalaria para convencerle de que no les demande. Su único propósito es intentar retrasar el proceso legal con promesas tan habituales como las de un puesto de trabajo fijo a cambio de que declare contra usted mismo ante el Juzgado de lo social. Como comprenderá, estas promesas son totalmente falsas y pasado el plazo legal quedarán en el olvido, usted con la lesión correspondiente, en el paro y sin un céntimo de indemnización.

¿Qué puede hacer para evitar tan trágica situación? Contactar con un abogado especializado en accidentes laborales. Y no se trata ya de poder contar con el apoyo de un profesional que conoce la ley en un momento tan duro, también es importante poder contar con un portavoz legal que impida que sus derechos se vean vulnerados por el capricho de un empresario. Este concepto está claro pero ¿Todos los abogados especializados en este sector son de fiar?

La respuesta debería ser sí pero todos conocemos casos en los que el porcentaje que nos anuncian en caso de indemnización es demasiado elevado. Recuerde que también los abogados han de cumplir la ley por lo que habrá de informarse previamente del porcentaje que cobrará su letrado por ayudarle. Igualmente, hay verdaderos especialistas en accidentes laborales que podrían dividirse en dos grandes grupos:

-Abogados con una larga experiencia profesional que demuestran su buen hacer, reclaman un porcentaje legal, trabajan con eficiencia y consiguen resultados. Desde el primer momento notará un dominio de la materia y sobre todo una humanidad que afecta a ambas partes implicadas en el proceso. De eso se trata, de reclamar lo que dicta la ley y de hacer valer sus derechos.

-Abogados que trabajan casi al margen de la ley, que afirman ser especialistas en el sector y que terminan por crear más problemas de los que tenía antes de llegar a su despacho. Este último grupo se suele caracterizar por usar una publicidad agresiva en la que alardean de sus logros monetarios del pasado sin explicar los motivos de su éxito.

Queremos aclarar que el abogado debe respetar la ley a todos los niveles. Es decir, un profesional no tiene por qué exprimir el limón de la empresa de forma vil sino reclamar, simple y llanamente, lo que le corresponde a su cliente. Debe haber un sentido de la justicia que incluya a todos los implicados para que ese abogado sea considerado un buen profesional.

En esta web tiene diversos artículos sobre los accidentes laborales, los tipos de indemnización que puede reclamar, los supuestos más comunes y todo tipo de información. Infórmese, lea todos estos artículos, encuentre qué le corresponde y qué no y acuda a un abogado. El buen profesional le explicará en la primera consulta qué debe hacer y cómo conseguir las indemnizaciones correspondientes. El mal profesional conjugará el verbo cobrar en todos los tiempos verbales para intentar convencerle de que va a cobrar grandes cantidades de dinero gracias a su maestría.

La ética profesional depende de cada cual. El escoger a un abogado también. Sea usted el que escoja la opción que más le favorezca pero recuerde siempre que cobrar más de lo que le pertenece a base de triquiñuelas legales le pone a la altura del empresario que no invirtió en medidas de seguridad para evitar su accidente. Actúe en consecuencia y no olvide que de su elección dependerá, directamente, el éxito del proceso legal. Suerte.